Esperando la vacuna
Una vacuna sirve para protegernos de posibles futuras infecciones. Según la OMS se entiende por vacuna “cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos”. Sin embargo el proceso para generar una vacuna es más complicado de lo que parece porque requiere realizarlo en unas condiciones muy específicas, libre de gérmenes, y a bajas temperaturas. Cuando el cuerpo recibe una vacuna, produce de forma artificial una primera infección donde se inocula el patógeno y el sistema inmunológico lo reconoce, crea una defensa y aparece la inmunidad de memoria. Por tanto, si el cuerpo se volviera a infectar posteriormente, se generaría una defensa automáticamente.
Aunque el desarrollo de una vacuna puede llevar entre 8 y 10 años, en el caso de la pandemia mundial que estamos atravesando todo se ha acelerado de forma que en lugar de que todos los implicados en el proceso trabajen de forma correlativa, lo han hecho de forma paralela para obtener una vacuna lo antes posible y reducir así el impacto en la economía, las relaciones sociales y también en la mortalidad de la población a nivel mundial. Esta rapidez genera desconfianza pero es evidente que si una vacuna no fuera segura, no sería aprobada. El problema que podemos encontrar es que quizás la vacuna aprobada no sea tan eficaz como se esperaba, pero en cualquier caso, seguro que sirve para que la enfermedad sea menos grave. Desde Kryosfera apoyamos firmemente la vacuna y el transporte seguro de su distribución a toda la población.
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